Texto escrito a pocas horas de pasarnos al nuevo anyo 2016
Estamos a unas horas de cambiar uno de esos ciclos impuestos que se llama año gregoriano, ahora estoy con una impaciencia casi frenética para escribir éstas líneas que han tardado tanto en nacer y que obedecían a un bloqueo emocional de supervivencia, pero esta noche la neblina se despejó un poco y siento una energía sobre el futuro. Dos películas, Rogue One y Zero Day, por qué? es simple: las bases de datos con planos de estrellas de la muerte y las ciberguerras. Hace un año escribí un ensayo sobre las bombas de hidrógeno, ahora podemos tener la seguridad que la experimentación sobre bombas y microbombas con un poder de destrucción mayor y supuestamente más focalizado, las armas biológicas, pero también la explotación del ser humano y de la naturaleza y el hambre, están más presentes que nunca. Tenemos el mundo hecho una mierda, somos una pequeña especie con genes casi suicidas, y si no estamos cerca de la extinción si estamos a punto de presenciar formas cruentas a una escala masiva para que ese 1% siga teniendo el control.Y así que queda? entonces sueño…
El experimento (Con afecto y utopía para Spideralex y todas las Transhackfeminstas)
Toda había iniciado ahí, en pequeños hacklabs, nadie podía imaginarlo, eran campos de juegos placenteros, en el que las transhackfeministas con noise o sones jarochos aprendían algo de código, ensamblaban nuevos circuitos, miraban el río desde las ruinas de ciudades industriales por ventanas que como viejas barcas las transportaban navegando en la posibilidad de ver el agua recuperada, con peces de colores brillantes, moluscos enormes, maíz.
Nadie creía que hubiera subversión en ello, un montón de renegadas del sistema que entre hierva autogestionada, gemidos y buena música, soñaban. El amor, el deseo, la sororidad, el cuerpo como territorio, el cuidar unas de otras, reductos de humanidad que fortalecían y reproducían nodos con códigos indescifrables en más de un sentido. Tenemos registros de lo que pasó porque estaban obsesionadas con que documentar era político así que en una wiki que en el apagón tecnológico no se perdió porque habían respaldos por todos lados se puede leer:
Noche de brujas: fuego y mezcal listos. Pregunta: ¿Que ocurre con nuestros cuerpos cuando amamos desde el patriarcado? Vibraciones generadas:
<pre>Tu cuerpo y su cuerpo quedan reducidos a la imposibilidad de la posesión del otro, la frustración de la soledad, la solución sólo es el canibalismo, la esclavitud aunque sea a un nivel simbólico, la destrucción del otro.
</pre>
Pero si acaso esto que hemos encontrado en nosotras por segundos, esos breves momentos en los que logramos mirarnos y reconocernos rompiendo el mito de Hades y Perséfone, pudiéramos compartirlo entre amantes, cambiaría algo? Cómo nosotras mismas podemos mantenerlo para que no sean solo instantes luminosos?
La pregunta rebotó de nodo a nodo, inglés, protugués, español, italiano, ruso, japones, ñañu, tzeltal, tojolabal, wixarica, tupí, arawak, suahili, hausa, yoruba, árabe…estaban por todos lados, conectadas, pensando…
Otra pieza de ésta historia fue recuperada en un foro de la darknet:
001:Este sistema quiere controlar nuestros cuerpos y destruye los flujos ecosistémicos naturales que habría entre nos, reduce lo que sentimos a una gama distorsionada en magnitudes extremas máximas y mínimas pero además alteradas en el tiempo, placeres instantáneos y desconectados, como una masturbación hecha sin ganas una tarde demasiado calurosa.
005:Ey! alguien vio El Dormilón, es esa peli de una máquina del futuro que generaba la sensación de tener sexo pero de forma totalmente aséptica? Y si armamos un sensor de placeres conectados, un redescubridor del cuerpo que a nivel de sistema nervioso haga fluir la energía durante un encuentro sexual entre dos cuerpos…
009:Tal vez podemos usar ese gel que potencia la concentración de electricidad para recupera los remanentes que se producen en los músculos…
xx0:Y reciclamos el proyecto de las cámaras modificadas para captar el nir y proyectarlas re-escaladas a la pupila.
El experimento tuvo muchos tropiezos y fallos, explosiones -orgásmicas-, una que otra quemadura pero al final el prototipo estuvo listo, primer hombre y primera mujer estuvieron juntos y pudieron reconocerse, en otra habitación conectada primera mujer y primera mujer lo hacían también, y primer hombre y primer hombre, y todas las demás posibilidades estaban ese día, porque eso eran tantos nodos, la diversidad de la vida, conectándose en el experimento.
Y ese reconocimiento amoroso de quienes se habían visto y sentido por unas horas era tan inolvidable y transformador, que rápidamente se disperso como un murmullo que se volvió un gran eco. No pudo ser apropiado por el capital por más que se intentó porque tenía una licencia entre pares y cada versión del prototipo era mejor, hasta que un día en un gran orgasmo colectivo se produjo una sobrecarga energético que quemó todas las computadoras y las bases de datos bancarias (o acaso eso fue un código secundario que alguien puso por ahí =^-~=) y vino el apagón tecnológico. Entonces había que reconstruir el mundo, pero ahora los y las de abajo, recordaban algo olvidado sobre el amor y la humanidad, sobre lo que nos hace comunidad, sobre ese saber que desde las entrañas sentimos diferente pero igual y eramos al final estos vientres llenos de vida. No podíamos permitirnos la guerra en algún lugar lejano porque ahí esta uno también, conectado, pero ya no por la tecnología sino por esos flujos ecosistémicos en los que grandes masas de viento se mueven en todo el plantea y el agua fluye desde el polo hasta la célula de algún rotífero que vive en las gotas de agua en una flor en el amazonas, y la luz se captura en una pequeña célula de una cianobacteria (organismos poderosos que no deben ser olvidados)…
Después las máquinas no hicieron falta para reconocernos, la poesía y la música eran mariposas que inundaban nuestros cuerpos, habíamos recuperado los sentidos y sabíamos y respetábamos al/la otra, podíamos dedicar nuestras vidas a conocer y a amar en libertad Pero no hay finales felices, solo nuevos ciclos y ahora leemos esta historia ante los nuevos retos que la humanidad tienen sabiendo que es posible transformar el mundo y estamos decididas a continuar.