Agenda: CHATEAR ES MUY SEXI. Taller para compartir estrategias de seguridad con ciberligues.

Esta será una sesión facilitada para reflexionar juntes sobre la violencia sexual en línea, encontrar las vulnerabilidades que tienen las aps, los dispositivos, las conversaciones que construyen la confianza en nuestras relaciones y así diseñar estrategias y herramientas para hacer sexting con más seguridad.

Pensaremos cuáles son nuestras necesidades y condiciones para poder hacer sexting más seguro y trataremos de ponerlo en práctica.

Trabajaremos analizando casos hipotéticos como, por ejemplo, el acceso o robo de imágenes privadas, la difusión de material íntimo sin consentimiento, el envío de fotopollas, el acceso a info de la vida privada o el robo del teléfono.

Cotillearemos diferentes apps para buscar vulnerabilidades y posibilidades y seguiremos buscando estrategias de autocuidado y autodefensa digital.

Pondremos en común conocimientos sobre: Básicos de seguridad de dispositivos, Navegación segura, Comunicaciones seguras, Almacenmaiento seguro, Mensajería instantánea, Tomar registros o Aplicaciones de emergencia.

Utilizaremos el cuerpo, las emociones, la cabeza y diferentes dispositivos para poner en común los saberes y experiencias de todas las personas que participan, con metodologías vivenciales, de facilitación de grupos, lúdicas y creativas.

Si además quieres conocer el contexto jurídico y legal del estado español y algunas estrategias de resistencia, puedes ir a: https://acoso.online/es.


Notas del taller:

En el THF facilitamos en dos sesiones un taller para compartir estrategias de seguridad con ciberligues. La intención fue reflexionar juntes sobre la violencia sexual en línea, afrontar las conversaciones que construyen la confianza en nuestras relaciones y así diseñar estrategias y herramientas para hacer sexting con más seguridad. Siempre con un enfoque crítico pero sexpositive.

En la primera sesión utilizamos el cuerpo y las emociones con metodologías vivenciales, lúdicas y creativas para trabajar desde el autoconocimiento y el consentimiento.

Lo hicimos desde la conexión con otras personas explorando la comunicación, trabajando intuitivamente. Aplicamos un par de técnicas para romper el hielo, crear confianza en el grupo y compartir intimidad entre quienes participaron. Propusimos una autoinspección donde cada quien reflexionó sobre:

  • ¿Qué tipo de materiales me gustan para sextear (foto, vídeo, texto, …
  • ¿Qué parte de mí me gusta para tomarme fotos/vídeos?
  • ¿Qué es lo que no me gustaría compartir?
  • ¿Qué información sobre mí quiero proteger?
  • ¿Qué tipo de materiales no quiero recibir?

Con estas propuestas, pusimos en práctica la acción de verbalizar las cosas que nos gustan, las cosas que no, escuchar lo que dice mi cuerpo y leer el lenguaje corporal de quien teníamos en frente.

Después pasamos a proponer la generación de contenidos sexis huyendo de las dinámicas predeterminadas de mostrar partes claramente sexualizadas del cuerpo, que podrían después ser utilizadas para violentarnos. Quisimos romper esta visión normativa de los contenidos eróticos en línea generando otros con propuestas que vienen del ecosex, postoporno, fetish… así que les participantes rompieron el aula y salieron a explorar Calafou y registrar este tipo de contenidos creativos.

Cuando acabó esta primera sesión, invitamos a la gente a experimentar en grupo con un chat que construimos y estuvo activo durante el encuentro. Allí se performaron algunas conversaciones de ligue y se compartieron muchos de estos materiales imaginativos que representaban sus deseos en torno a naturaleza, tecnología, etc… fueron un par de noches divertidas y sexis.

En la segunda sesión utilizamos la cabeza y técnicas de facilitación de grupos para poner en común los saberes y experiencias de todas las personas que participaron. Diferenciamos conceptos como sexting, sexpreading y sextorsión, poniendo el foco en que “es responsable quien agrede” y cuidado con los discursos que responsabilizan a las víctimas/supervivientes.

Aplicamos unas preguntas activadoras que generaron un rico debate entre todes les participantes. Cada persona tenía diferentes necesidades en torno a su seguridad digital: algunas necesitaban usar emails encriptados y otras hablaron de que están tranquilas utilizando servicios como gmail para esto; otras personas necesitaban usar un chat secreto de Telegram que no permita capturas de pantalla o descargas mientras otras estaban buscando herramientas para desarrollar conversaciones en las que decidir qué hacer con el material digital compartido.

Trabajamos analizando casos hipotéticos como, por ejemplo, el acceso o robo de imágenes privadas, la difusión de material íntimo sin consentimiento, el envío de fotopollas o el robo del teléfono… buscando formas de respuesta y estrategias de autocuidado y autodefensa digital. Hablamos de organización colectiva online y offline, de campañas comunicativas, de marcas de agua… Todas estas estrategias no las compartimos en esta relatoría porque permanecen confidenciales. Proponemos que sean compartidas peer to peer, en base a las necesidades contextualizadas, las alianzas y la confianza construida.

Compartimos el video sexy eletrónica  y algunas fotos de ejemplo de sexting